Y no es que fuera porque el dorama estuviera mal, sino fue por tema de tiempo y falta de organización. El trabajo te absorbe, pero luego de agarrar el ritmo, organizar mis tiempos y armar mi horario del día a día, alfin pude acabar el dorama y descubrir esta bonita historia.
Y sin más, comencemos.
Está historia gira entorno a un Kang Dan-I (Lee Na-young) una madre divorciada que está en búsqueda de trabajo, pero que el haber dejado de trabajar por siete años, para cuidar a su hija, la perjudicó al dejar de ser atractiva para las empresas. Al ver que en esos siete años no se actualizó en el rubro de publicidad, y el tener que competir con jóvenes talentos, provocó que fuera más difícil regresar al ámbito laboral.
Realmente me impacto como es el grado de competitividad laboral en Corea, ahora entiendo cuando leo o escucho de personas que se suicidan o entran en un colapso emocional al no poder cubrir las expectativas que tienen para su desarrollo personal.
Y es que fue penoso de ver como Kang Dan-I era rechazada en cada postulación de Trabajo, y el trato que recibía era aún peor de ver. El menosprecio que mostraban, por el simple hecho de que tuvo que dejar de trabajar, por tener que cuidar a su hija, me dejó sorprendida.
Es por ello que a este personaje le tomé cariño desde el inicio, por verla pasar por tantas penurias e impases en su vida, para luego verla con su optimismo y ganas de no rendirse, me dejó entrever que ella era de las que no se rendiría fácilmente en su búsqueda de superación.
Un valor agregado de ver novelas coreanas, es que te muestran tendencias de la moda, como outfits imposibles, y que te hacen dar cuenta que existen infinitas combinaciones. Y solo esta en ti, sacar provecho a lo que ya tienes. Cuando Kang Dan-I comenzó a ganar dinero, se la vio usar un bolso distinto para cada día. Sus abrigos largos y anchos, sus panties negras con zapatillas blancas, no sé pero lo veía todo muy cómodo. Realmente te dan ideas de como combinar tu guardarropa.
Está actriz es mayor que Lee Jong-suk, pero se vio una química natural en ambos, su dulzura y aura de tranquilidad de su personaje, me hizo perdonarla cuando no se daba cuenta de lo obvio, como los sentimientos de Cha Eun-ho hacia ella.
La historia de ambos fluyó poco a poco, de amigos a pareja y para el final, cada gesto, abrazo y beso fue lindo de ver. El crecimiento como pareja, la convivencia, el compartir el día a día, y saber que se tienen el uno para el otro era un bonito espectáculo de ver. Lo sentí real y francamente Kang Dan-I fue muy afortunada el haberlo conocido, porque la salvó de mucho.
Lo raro aquí, es que nunca se vio a la niña, incluso me olvidé de que Kang Dan-I tenía una hija. Solo hasta el final que la volvieron a mencionar. Extraño, pero supongo que querían enfocarse en la pareja sin involucrar a niños, ¿será por el actor, que no tenía la pinta de ser padrastro? Igual no me molesto, solo fue atípico.
Ahora pasemos al personaje masculino Cha Eun-ho (Lee Jong-suk). A este actor lo vi en W, del que no entendí nada de ese Dorama de lo más enredado. Así que aquí lo vi por segunda vez y ahora si lo vi con nuevos ojos. Su personaje fue toda una evolución. En un inicio quería desentenderse con Kang Dan-I, no quería que le hablara en el trabajo, que no supieran que vivía en su casa, que no le pidiera favores y demás. Cero contacto.
Pero luego se vio como cambio a lo largo de los capítulos, y pienso que fue un cambio acelerado gracias a la entrada en escena del tercero en discordia. Ya saben que hay un tipo de personaje, como niño enamorado que no sabe cómo mostrar sus sentimientos y cree que rechazando, bloqueando, logrará avanzar. Vaya error, lo bueno que se dio cuenta a tiempo y cambio el juego y se lanzó a jugar sus cartas, comprando detallitos, lanzando indirectas muy directas, celando de lo más gracioso, indignandose por no llegar a tiempo a la casa o ir a comer ramen con el amigo.
Me reí con cada acción de este editor, por retener a Kang Dan-I para que se quede a su lado. Me gustó su entrega incondicional, ahora entiendo el título del dorama. Para él, el amor era un capitulo aparte, porque nunca creyó en él, ver a su amiga pasar penurias por haber amado alguna vez, para luego ser dejada, era algo triste de ver. Y se prometió no pasar por eso, de ese modo, el cerro su corazón; y sólo tuvo relaciones fugaces, encuentros pasajeros, sin compromisos de por medio. Porque amar es algo importante y no cualquiera podía acompañarlo en ese recorrido.
Los outfits de este chico fueron de los más osados como la forma y colores de los abrigos y sus suéteres, pero de toda esa variedad me quedo con ese estilo de total black, con su pelo peinado para atrás, simplemente divino.
El tercero en discordia, Ji Seo-joon (Wi Ha-join) que en principio lo vi innecesario, al final fue un factor importante para que Cha Eun-ho se apresurara en dar el paso siguiente con kang Dan-I, y también fue el personaje que estuvo muy relacionado con la historia del escritor que se retiro sin completar su saga.
El resto del elenco fue variado y diverso. Con historias distintas y con realidades que sí se pueden aplicar a otras sociedades, no sólo la coreana. Estuvo la de la pareja divorciada, y me hizo ver lo incómodo que es seguir trabajando con tu ex pareja; el de la jefa que solo tuvo la sesión de fotos de su boda y luego se separaron, todo por tener diferencias económicas y sociales, la pobre vivía con remordimiento y pena. Pero más adelante nos sorprendieron con el giro de su historia amorosa. Preciso. Ella fue de las que me sorprendió más, porque parecía la villana de la historia, pero no fue así, nos demostró que las personas tienen capas y que ella era solo estricta con su trabajo.
Hubo un par de personajes que le dieron su toque de gracia con sus idas y venidas, uno enamorado y la otra indecisa; esta pareja me demostró como el ver una persona todos los días hace que al final lo veas con nuevos ojos y termines enamorándote de él.
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